El conflicto...

Tan natural como la vida misma, el conflicto forma parte de todos nosotros, integrado a nuestras relaciones personales, emergiendo entre la individualidad de cada uno y la convivencia, dando cuenta clara de nuestra independencia, de la visión particular de lo que nos rodea, de nosotros frente al mundo, de nuestros gustos, de nuestras creencias, de nuestros pensamientos, de nuestra subjetividad, de nuestro sentir y nuestro ser. Las organizaciones escolares, como microcosmos de la sociedad en la que están insertas y partícipes de su influencia, son un espacio vital en el que confluyen múltiples interrelaciones que configuran el marco propicio para el surgir de los conflictos. De la postura que adoptemos todos ante el mismo sin excepción -protagonistas, interesados, mediadores, observadores, etc.- dependerá que nos rindamos ante ellos o los veamos como una excelente oportunidad para mejorar, crecer, avanzar, progresar y evolucionar.



Es mi deseo, a través de las siguientes páginas, abrir el debate sobre el tema y ampliar visiones que nos permitan ver más allá del aquí y ahora, coger al conflicto de la mano y dejarle que nos guíe por un camino de futuro productivo.




domingo, 10 de enero de 2010

EDUCACIÓN EN VALORES COMO AYUDA A LA PREVENCIÓN Y RESOLUCIÓN DE CONFLICTOS



Los valores son un bien, valiosos por lo que son en sí mismos y permiten evaluar la bondad de nuestras acciones. Los valores morales nos ayudan a crecer, a conformar nuestra personalidad, a forjar un estilo de vida propio y consolidar nuestra dignidad personal.

Los valores nos dan la oportunidad de perfeccionarnos, por lo que deberemos establecer libremente nuestra propia escala jerárquica de los mismos según consideremos cuáles debemos priorizar, de acuerdo con nuestras creencias y forma de querer vivir nuestra vida. Así podremos tomar las decisiones oportunas que nos permitan crecer moralmente, ser más humanos.

La sociedad actual denota una crisis de valores, hay una confusión general respecto a los mismos, lo que acentúa la generación y la magnitud de los conflictos en diversos ámbitos.

La educación tiene en sus manos la posibilidad de sensibilizar a niños y adolescentes de la importancia de los valores para su desarrollo personal y debe responsabilizarse en hacerlo.

Los valores deberían estar presentes de manera permanente en las organizaciones educativas, integrados en todas las materias, en todas las situaciones e impregnar toda acción, toda actuación y todo momento.

Hay numerosas estrategias que ayudan a reflexionar a los alumnos sobre su propia concepción del mundo, sobre su comportamiento, sobre la coherencia de sus pensamientos con sus actos, a ser críticos consigo mismos, a desarrollar el juicio moral. Pero el mejor método para aprender es, sin duda, mediante el ejemplo. Los profesores deberían tener ésto siempre presente.

Si conseguimos que los alumnos logren interiorizar los valores y asimilarlos libremente éstos se convertirán en una guía de su conducta y orientarán su vida de manera positiva. Sin duda esto provocaría saber afrontar y superar con éxito aquellas situaciones conflictivas con las que se pudieran encontrar.


Mireia L. S.

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